La revista Nexos de la Universidad de Lima publicó un reportaje sobre los puntos de vista de las tres agrupaciones dedicadas a la investigación paranormal en el Perú.
.
.
¿Cazafantasmas en el Perú? Existe, aunque prefieren que se les llame investigadores paranormales. En esta nota, tres casos de grupos que hicieron de la curiosidad por lo esotérico un estilo de vida.
Hay sitios o circunstancias de las que toda persona en su sano juicio elegiría ir sin chistar. Por ejemplo, las edificaciones abandonadas y los cementerios bien entrada la noche. Y aunque a uno le parezca difícil de comprender, hay también personas que no ven ahí potenciales amenazas contra su estabilidad mental, sino fuentes extraordinarias de posible actividad fantasmal a la espera de ser examinada, Bueno, pues, algunas de ellas han decidido agruparse y conformar los llamados equipos de investigación paranormal (para los entendidos) o cazafantasmas (para el resto), y, por qué no, de pasadita, sacar provecho de alguna manera u otra.
Los hay de toda clase. Compuestos de espiritistas, otros, en menor medida, de apasionados al tema y a la tecnología y unos cuentos formados a partir de la que sugiere ser la fórmula más saludable: La combinación de ambas perspectivas. Cada uno con su propia metodología y filosofía – no prevalece una estandarización de los procedimientos - , cada uno con un particular modo de interpretar el fenómeno paranormal.
Por ahora en el Perú son contadas las asociaciones de este tipo. Por ahora, nada más. La dimensión de leyenda urbana que adquirieron los mitos de la “casa Matusita” o el de la “Virgen que llora”, y que los medios reavivan de vez en cuando, son un indudable indicador de que los peruanos compartimos la eterna fascinación del hombre por lo sobrenatural. Tal es el atractivo (y tal la proliferación de afectados) que uno de nuestros entrevistados llegó al extremo de pronosticar que corría el riesgo de convertirse en una moda.
Hay sitios o circunstancias de las que toda persona en su sano juicio elegiría ir sin chistar. Por ejemplo, las edificaciones abandonadas y los cementerios bien entrada la noche. Y aunque a uno le parezca difícil de comprender, hay también personas que no ven ahí potenciales amenazas contra su estabilidad mental, sino fuentes extraordinarias de posible actividad fantasmal a la espera de ser examinada, Bueno, pues, algunas de ellas han decidido agruparse y conformar los llamados equipos de investigación paranormal (para los entendidos) o cazafantasmas (para el resto), y, por qué no, de pasadita, sacar provecho de alguna manera u otra.
Los hay de toda clase. Compuestos de espiritistas, otros, en menor medida, de apasionados al tema y a la tecnología y unos cuentos formados a partir de la que sugiere ser la fórmula más saludable: La combinación de ambas perspectivas. Cada uno con su propia metodología y filosofía – no prevalece una estandarización de los procedimientos - , cada uno con un particular modo de interpretar el fenómeno paranormal.
Por ahora en el Perú son contadas las asociaciones de este tipo. Por ahora, nada más. La dimensión de leyenda urbana que adquirieron los mitos de la “casa Matusita” o el de la “Virgen que llora”, y que los medios reavivan de vez en cuando, son un indudable indicador de que los peruanos compartimos la eterna fascinación del hombre por lo sobrenatural. Tal es el atractivo (y tal la proliferación de afectados) que uno de nuestros entrevistados llegó al extremo de pronosticar que corría el riesgo de convertirse en una moda.
.
CONTACTO ESOTERICO: UNA BONITA FAMILIA
. 
Desde que tiene memoria, Félix Rivera recuerda haber tenido dotes de vidente. No obstante, un accidente que sufrió ya de adulto cambió la forma en que hacía uso de ellos: Un día que se hallaba reparando la antena parabólica de su casa recibió el impacto de una bala perdida, que le hizo caer tres pisos abajo. Para los médicos, los múltiples daños internos causados por el proyectil y la aparatosa caída fueron incorregibles, razón por la cual declararon su deceso a las 8:30 de la noche. Rivera detalla la hora en su relato con tal precisión debido a que en ese momento se encontraba plenamente consciente, aunque sin poder dar señales externas de vida, De pronto sintió cómo su alma abandonaba su cuerpo inerte y era absorbida por un túnel en el que al final destellaba la famosa luz de bienvenida al “más allá”, Conforme avanzaba veía cómo a los costados iban apareciendo las figuras de sus familiares fallecidos, Solo entonces asimiló el hecho de que estaba muriendo. Comenzó a rezar, pidiendo retornar a la vida, preocupado por el bienestar de sus hijos y por los proyectos que dejaba inconclusos. Casi de inmediato advirtió una fuerza que lo empujó en sentido contrario hasta depositarlo otra vez en su cuerpo.
Hasta aquí parece ser una más de las tantas historias relatadas por aquellas personas que afirman haber escapado de las fauces de la muerte. Rivera, en cambio, le agregas una particularidad a su caso: Una vez recuperado, notó un incremento inusual de sus facultades sensitivas. De este incidente a hoy han pasado 22 años, y en ese lapso Rivera se ha arrogado el título de parapsicólogo, sumado al de médium-vidente, y es gracias a esa carta de presentación que ahora dirige Contacto Esotérico, en compañía de su esposa e hijos, también con las mismas credenciales.
A pesar del evidente apego de la rama espiritual de la profesión, no se consideran subordinados a los métodos tradicionales de la misma. Rivera señala que “en toda ocasión actuamos como si fuéramos abogados del diablo. Tratamos de buscar, en primer lugar, una explicación lógica que justifique la naturaleza de los eventos”. Es por eso que la revisión de cañerías o la arquitectura del lugar que les son indispensables para discernir si los ruidos y movimientos son obra de la actividad paranormal o la mala pasada a consecuencia de una construcción inestable. Además de echar mano a un arsenal tecnológico les ayuda a determinar contra qué están lidiando y los pasos a seguir, y es ahí cuando entran en juego sus conocimientos esotéricos.
Si bien llevan más de dos décadas en el mercado, podría decirse que recién pegaron el salto a la fama con el reciente caso de la casa embrujada en el Rímac y la filmación que hicieron pública de una plancha cayendo peligrosamente cerca de donde ellos leían la Biblia en arameo, como parte del ritual de sanación. Sin embargo, en la página de internet de Contacto Esotérico se pueden encontrar imágenes, sonidos y crónicas de la mayoría de sus incursiones nocturnas a la caza de fantasmas, y que mantuvieron a flote el negocio durante esos años. Algunos hasta le dieron el renombre internacional, según Rivera, al punto de que buena cantidad de sus ingresos proviene de sesiones telefónicas con clientes extranjeros. ¿Se puede, entonces, vivir de esto? El atado de facturas que nos muestra Rivera, solo del mes de Agosto, y entre las que sobresalen las de una conocida agencia de transferencia de dinero cuyo nombre evoca el viejo oeste, dice que sí.
Desde que tiene memoria, Félix Rivera recuerda haber tenido dotes de vidente. No obstante, un accidente que sufrió ya de adulto cambió la forma en que hacía uso de ellos: Un día que se hallaba reparando la antena parabólica de su casa recibió el impacto de una bala perdida, que le hizo caer tres pisos abajo. Para los médicos, los múltiples daños internos causados por el proyectil y la aparatosa caída fueron incorregibles, razón por la cual declararon su deceso a las 8:30 de la noche. Rivera detalla la hora en su relato con tal precisión debido a que en ese momento se encontraba plenamente consciente, aunque sin poder dar señales externas de vida, De pronto sintió cómo su alma abandonaba su cuerpo inerte y era absorbida por un túnel en el que al final destellaba la famosa luz de bienvenida al “más allá”, Conforme avanzaba veía cómo a los costados iban apareciendo las figuras de sus familiares fallecidos, Solo entonces asimiló el hecho de que estaba muriendo. Comenzó a rezar, pidiendo retornar a la vida, preocupado por el bienestar de sus hijos y por los proyectos que dejaba inconclusos. Casi de inmediato advirtió una fuerza que lo empujó en sentido contrario hasta depositarlo otra vez en su cuerpo.
Hasta aquí parece ser una más de las tantas historias relatadas por aquellas personas que afirman haber escapado de las fauces de la muerte. Rivera, en cambio, le agregas una particularidad a su caso: Una vez recuperado, notó un incremento inusual de sus facultades sensitivas. De este incidente a hoy han pasado 22 años, y en ese lapso Rivera se ha arrogado el título de parapsicólogo, sumado al de médium-vidente, y es gracias a esa carta de presentación que ahora dirige Contacto Esotérico, en compañía de su esposa e hijos, también con las mismas credenciales.
A pesar del evidente apego de la rama espiritual de la profesión, no se consideran subordinados a los métodos tradicionales de la misma. Rivera señala que “en toda ocasión actuamos como si fuéramos abogados del diablo. Tratamos de buscar, en primer lugar, una explicación lógica que justifique la naturaleza de los eventos”. Es por eso que la revisión de cañerías o la arquitectura del lugar que les son indispensables para discernir si los ruidos y movimientos son obra de la actividad paranormal o la mala pasada a consecuencia de una construcción inestable. Además de echar mano a un arsenal tecnológico les ayuda a determinar contra qué están lidiando y los pasos a seguir, y es ahí cuando entran en juego sus conocimientos esotéricos.
Si bien llevan más de dos décadas en el mercado, podría decirse que recién pegaron el salto a la fama con el reciente caso de la casa embrujada en el Rímac y la filmación que hicieron pública de una plancha cayendo peligrosamente cerca de donde ellos leían la Biblia en arameo, como parte del ritual de sanación. Sin embargo, en la página de internet de Contacto Esotérico se pueden encontrar imágenes, sonidos y crónicas de la mayoría de sus incursiones nocturnas a la caza de fantasmas, y que mantuvieron a flote el negocio durante esos años. Algunos hasta le dieron el renombre internacional, según Rivera, al punto de que buena cantidad de sus ingresos proviene de sesiones telefónicas con clientes extranjeros. ¿Se puede, entonces, vivir de esto? El atado de facturas que nos muestra Rivera, solo del mes de Agosto, y entre las que sobresalen las de una conocida agencia de transferencia de dinero cuyo nombre evoca el viejo oeste, dice que sí.
.
.
PROYECTO 33: EL PUBLICO MANDA
. 
Si uno sintoniza Radio Capital las noches de los fines de semana es porque no le basta con trajinar de lunes a viernes las calles de Lima, ni con observar los raros especímenes que por ellas transitan para colmar su afán de indagar sobre espacios impenetrables o seres procedentes, en apariencia, de otro mundo. Por esa razón, Viaje a otra dimensión, programa conducido por el Dr. Anthony Choy, se ha vuelto el medio predilecto entre los oyentes interesados en acercarse a lo desconocido y el paradero fijo de quienes buscan consuelo y respuestas luego de vivir una experiencia paranormal.
Pero Choy no siempre estuvo abocado al tratado de estos temas. La abreviatura de doctor en su nombre se lo debe a su formación como abogado y dos maestrías en Comunicación Social y en Alta Gestión en Defensa y Desarrollo Aeroespacial. No fue hasta 1999 en que, producto de un extenso viaje a través del país, concluyó que el Perú era, mas bien, “un ciego milenario sentado en un baúl lleno de maravillas y misterios”, hechos los reajustes a la frase cuya autoría se le atribuye al sabio italiano Antonio Raimondi. Su frustración al descubrir el desinterés generalizado reflejado en la escasa bibliografía disponible lo impulsó a realizar un estudio integral sobre el fenómeno ovni sobre los cielos peruanos. Cuando en el 2001 la Fuerza Aérea del Perú decidió formar la OIFA (Oficina de Investigación de Fenómenos Aero anómalos), la competencia acumulada a lo largo de esos dos años le valió ser convocado para el puesto de principal investigador de campo, al lado del reconocido antropólogo Fernando Fuenzalida.
Más adelante Choy fundó Proyecto 33, una empresa en solitario a fin de desarrollar con mayor exhaustividad y bajo sus propios parámetros la disciplina de la ufología. Es así que en octubre del 2008 surge la idea de hacer un programa de radio enfocado en la discusión de temas afines a su postergada especialización. Las persistentes llamadas de un respetable sector del público, ávido de información relacionada al fenómeno paranormal, lo incitaron a ampliar su campo de estudio. Una paso obligado fue el de incorporar al Proyecto 33 expertos en la manipulación de los aparatos tecnológico indicados y, por lo menos, a una persona de inusuales percepciones. De esta manera contactaron (por medios convencionales) a una mediana comerciante que aseguraba tener habilidades extrasensoriales, y entre cuyos logros, rescata Choy, están haber apaciguado a los espíritus revoltosos de la casa embrujada en el Rímac tras una breve sesión y vencido a un cinocéfalo (monstruo con cabeza de perro y cuerpo humano).
Choy dice mantener una postura objetiva, e incluso, de escepticismo en su labor, pero ¿Cómo ser imparcial y a la vez presidir un grupo consagrado al estudio de fenómenos ovni y paranormales? Para él es simple: “Nosotros acumulamos pruebas y evidencias gracias al trabajo de campo y en un segundo nivel cruzamos la información con puntos de vista especializados. Mi objetivo es encontrar la verdad, lo que está detrás”. En ese sentido, Proyecto 33 se asemeja más a un equipo de investigación periodística que a uno de cazafantasmas, y la clave para conseguir su meta, confiesa Choy, radica en haber congregado a gente sin ideas preestablecidas (como tarotistas o chamanes), libre de todo prejuicio y que no depende económicamente de la suerte del grupo. De tal modo que al quedar exento de miras lucrativas, Proyecto 33 tiene como única función alimentar el contenido del programa con investigaciones llevadas a cabo, de forma paralela y desinteresada, por sus miembros.
.
Si uno sintoniza Radio Capital las noches de los fines de semana es porque no le basta con trajinar de lunes a viernes las calles de Lima, ni con observar los raros especímenes que por ellas transitan para colmar su afán de indagar sobre espacios impenetrables o seres procedentes, en apariencia, de otro mundo. Por esa razón, Viaje a otra dimensión, programa conducido por el Dr. Anthony Choy, se ha vuelto el medio predilecto entre los oyentes interesados en acercarse a lo desconocido y el paradero fijo de quienes buscan consuelo y respuestas luego de vivir una experiencia paranormal.
Pero Choy no siempre estuvo abocado al tratado de estos temas. La abreviatura de doctor en su nombre se lo debe a su formación como abogado y dos maestrías en Comunicación Social y en Alta Gestión en Defensa y Desarrollo Aeroespacial. No fue hasta 1999 en que, producto de un extenso viaje a través del país, concluyó que el Perú era, mas bien, “un ciego milenario sentado en un baúl lleno de maravillas y misterios”, hechos los reajustes a la frase cuya autoría se le atribuye al sabio italiano Antonio Raimondi. Su frustración al descubrir el desinterés generalizado reflejado en la escasa bibliografía disponible lo impulsó a realizar un estudio integral sobre el fenómeno ovni sobre los cielos peruanos. Cuando en el 2001 la Fuerza Aérea del Perú decidió formar la OIFA (Oficina de Investigación de Fenómenos Aero anómalos), la competencia acumulada a lo largo de esos dos años le valió ser convocado para el puesto de principal investigador de campo, al lado del reconocido antropólogo Fernando Fuenzalida.
Más adelante Choy fundó Proyecto 33, una empresa en solitario a fin de desarrollar con mayor exhaustividad y bajo sus propios parámetros la disciplina de la ufología. Es así que en octubre del 2008 surge la idea de hacer un programa de radio enfocado en la discusión de temas afines a su postergada especialización. Las persistentes llamadas de un respetable sector del público, ávido de información relacionada al fenómeno paranormal, lo incitaron a ampliar su campo de estudio. Una paso obligado fue el de incorporar al Proyecto 33 expertos en la manipulación de los aparatos tecnológico indicados y, por lo menos, a una persona de inusuales percepciones. De esta manera contactaron (por medios convencionales) a una mediana comerciante que aseguraba tener habilidades extrasensoriales, y entre cuyos logros, rescata Choy, están haber apaciguado a los espíritus revoltosos de la casa embrujada en el Rímac tras una breve sesión y vencido a un cinocéfalo (monstruo con cabeza de perro y cuerpo humano).
Choy dice mantener una postura objetiva, e incluso, de escepticismo en su labor, pero ¿Cómo ser imparcial y a la vez presidir un grupo consagrado al estudio de fenómenos ovni y paranormales? Para él es simple: “Nosotros acumulamos pruebas y evidencias gracias al trabajo de campo y en un segundo nivel cruzamos la información con puntos de vista especializados. Mi objetivo es encontrar la verdad, lo que está detrás”. En ese sentido, Proyecto 33 se asemeja más a un equipo de investigación periodística que a uno de cazafantasmas, y la clave para conseguir su meta, confiesa Choy, radica en haber congregado a gente sin ideas preestablecidas (como tarotistas o chamanes), libre de todo prejuicio y que no depende económicamente de la suerte del grupo. De tal modo que al quedar exento de miras lucrativas, Proyecto 33 tiene como única función alimentar el contenido del programa con investigaciones llevadas a cabo, de forma paralela y desinteresada, por sus miembros.
.
.
GRUPO DHARMA: COMUNION FRUCTIFERA
. 
El Grupo Dharma es la muestra más clara, en el campo de la investigación paranormal, de la tendencia moderna a fusionar dos paradigmas opuestos (ciencia y espiritualidad) en pos de un mismo objetivo: La Verdad. Uno de sus fundadores, Pedro Noguchi, encargado del aspecto técnico, manifiesta haberse vuelto un apasionado de la materia a los 14 años, edad en la que llegó a sus manos la revista Lo Insólito, que por esa época (década de los 70) era una de las pocas publicaciones aplicadas a la teorización de los asuntos vinculados a la parapsicología, el esoterismo y la ufología. Su contraparte la encarna la médium, vidente y maestra Reiki Carmen Briceño. Según ella, el don de la extra sensorialidad es algo con lo que uno nace y se va perfeccionando con el transcurso de los años. La experiencia de pertenecer a Dharma le ha enseñado la importancia del aporte de los dispositivos como complemento de sus habilidades para dar un diagnóstico confiable. “Mientras que las intuiciones son fácilmente rebatibles, la tecnología es incuestionable”, precisa Briceño. No en vano destinan una suma considerable de su peculio para abastecerse de toda la parafernalia tecnológica necesaria para sus investigaciones. Y cuando el presupuesto no alcanza, no dudan en construir, de modo artesanal, sus propios instrumentos. Gracias al despliegue de aparatos han podido recoger pruebas fotográficas y auditivas invaluables.
Una de sus incursiones más completas se llevó a cabo en el Real Felipe, a la cual fueron invitadas personas ajenas a la agrupación para que atestiguaran de primera mano si algo ocurría, como finalmente pasó. Tras un recorrido por la fortaleza, Briceño pudo identificar los lugares de mayor actividad, donde acto seguido el staff de técnicos y sonidistas procedió a instalar los equipos. Además le tendieron un anzuelo con dulces al espíritu de un niño, localizado con antelación por la vidente en la Casa del Gobernador, para estimularlo. Cuando regresaron un par de horas después, se dieron con la sorpresa de que los caramelos se habían humedecido, como si alguien los hubiera lamido. Un minuciosos repaso de las imágenes reveló extraños haces de luces flotando alrededor de los concurrentes y la forma de una mano birlando el chupetín del bolsillo de uno de ellos. Pero lo más escalofriante fue, tal vez, cuando entablaron diálogo en tiempo real con un fantasma, gracias a un aparato especial para captar ondas de frecuencias bajas.
No satisfechos con la solvencia de sus inspecciones en términos logísticos y sensoriales, muchas veces cotejan los resultados obtenidos con la opinión de psicólogos y físicos, lo que acentúa el grado de ecuanimidad que pretenden mostrar con su trabajo. La consigna, sostienen ambos, es dejar como último recurso la argumentación esotérica frente a hechos misteriosos.
El Grupo Dharma es la muestra más clara, en el campo de la investigación paranormal, de la tendencia moderna a fusionar dos paradigmas opuestos (ciencia y espiritualidad) en pos de un mismo objetivo: La Verdad. Uno de sus fundadores, Pedro Noguchi, encargado del aspecto técnico, manifiesta haberse vuelto un apasionado de la materia a los 14 años, edad en la que llegó a sus manos la revista Lo Insólito, que por esa época (década de los 70) era una de las pocas publicaciones aplicadas a la teorización de los asuntos vinculados a la parapsicología, el esoterismo y la ufología. Su contraparte la encarna la médium, vidente y maestra Reiki Carmen Briceño. Según ella, el don de la extra sensorialidad es algo con lo que uno nace y se va perfeccionando con el transcurso de los años. La experiencia de pertenecer a Dharma le ha enseñado la importancia del aporte de los dispositivos como complemento de sus habilidades para dar un diagnóstico confiable. “Mientras que las intuiciones son fácilmente rebatibles, la tecnología es incuestionable”, precisa Briceño. No en vano destinan una suma considerable de su peculio para abastecerse de toda la parafernalia tecnológica necesaria para sus investigaciones. Y cuando el presupuesto no alcanza, no dudan en construir, de modo artesanal, sus propios instrumentos. Gracias al despliegue de aparatos han podido recoger pruebas fotográficas y auditivas invaluables.
Una de sus incursiones más completas se llevó a cabo en el Real Felipe, a la cual fueron invitadas personas ajenas a la agrupación para que atestiguaran de primera mano si algo ocurría, como finalmente pasó. Tras un recorrido por la fortaleza, Briceño pudo identificar los lugares de mayor actividad, donde acto seguido el staff de técnicos y sonidistas procedió a instalar los equipos. Además le tendieron un anzuelo con dulces al espíritu de un niño, localizado con antelación por la vidente en la Casa del Gobernador, para estimularlo. Cuando regresaron un par de horas después, se dieron con la sorpresa de que los caramelos se habían humedecido, como si alguien los hubiera lamido. Un minuciosos repaso de las imágenes reveló extraños haces de luces flotando alrededor de los concurrentes y la forma de una mano birlando el chupetín del bolsillo de uno de ellos. Pero lo más escalofriante fue, tal vez, cuando entablaron diálogo en tiempo real con un fantasma, gracias a un aparato especial para captar ondas de frecuencias bajas.
No satisfechos con la solvencia de sus inspecciones en términos logísticos y sensoriales, muchas veces cotejan los resultados obtenidos con la opinión de psicólogos y físicos, lo que acentúa el grado de ecuanimidad que pretenden mostrar con su trabajo. La consigna, sostienen ambos, es dejar como último recurso la argumentación esotérica frente a hechos misteriosos.
. 
LA CASA EMBRUJADA DEL RIMAC
.
A mediados del mes de julio, la familia Barrenechea-Ortiz, dueña de una vivienda ubicada en el número 430 del Jr. Libertad, denunció ser víctima de extraños sucesos en su hogar. Ellos narraron a la enorme cantidad de medios que se apostaron los días siguientes en los exteriores de su morada que cortinas y almohadas ardían en llamas, las mesas se volteaban sin razón aparente y hasta cómo eran agredidos físicamente. Tanto Proyecto 33 del Dr. Anthony Choy como Contacto Esotérico al mando de Félix Rivera se hicieron presentes para inspeccionar el lugar. La versión conocida de la historia es que se trataría de tres entidades: Dos en la parte posterior de la casa y el espíritu de una niña en la parte delantera.
A mediados del mes de julio, la familia Barrenechea-Ortiz, dueña de una vivienda ubicada en el número 430 del Jr. Libertad, denunció ser víctima de extraños sucesos en su hogar. Ellos narraron a la enorme cantidad de medios que se apostaron los días siguientes en los exteriores de su morada que cortinas y almohadas ardían en llamas, las mesas se volteaban sin razón aparente y hasta cómo eran agredidos físicamente. Tanto Proyecto 33 del Dr. Anthony Choy como Contacto Esotérico al mando de Félix Rivera se hicieron presentes para inspeccionar el lugar. La versión conocida de la historia es que se trataría de tres entidades: Dos en la parte posterior de la casa y el espíritu de una niña en la parte delantera.
Ola buenas, somos de españa, compartimos aficion ,somos la asociacion de parapsicologia de Mula en Murcia.
ResponderEliminarOs seguimos y querriamos saber como comprar un farm ghost, este aparato que os comunicais con los espiritus en tiempo real que parece que va buscando ondas de radio.
Nuestro blog es:
http://www-mula-investiga.blogspot.com/
¿si teneis correo podeis darmelo o mesenger y hablamos por hay mejor??
Un saludo desde España.